26-04-2008

Warmikunapa Rimanakuyninchik Llamkanapaq


Primer Foro Internacional de Mujeres Indígenas


Fue muy gratificante y enriquecedora la participación en este encuentro realizado en Lima, Perú, entre el 13 y el 17 de abril del 2008, donde más de 100 lideresas del continente compartieron sueños, tragedias, tropiezos, avances, luchas y esperanzas por un mundo mejor. El próximo encuentro será en Colombia.


A continuación la Declaración Final del Foro



Warmikunapa Rimanakuyninchik Llamkanapaq
(Acuerdos y diálogo de las mujeres para el trabajo en el futuro)

Por siglos, ha recaído sobre nuestros hombros por voluntad propia u obligadas por las circunstancias históricas de nuestros pueblos el sostén no solo de nuestras familias, sino también de salvaguardar nuestras culturas, hemos sido las responsables de que los valores y principios se mantengan vivos en nuestras culturas. Por esto hemos tomado la decisión de ser sujetas activas y protagonistas de la historia y dejar de ser objetos folklóricos.

La luchas de la mujeres indígenas en nuestros pueblos, ha sido y sigue siendo importante, nuestras contribuciones en el elaboración y formulación de políticas publicas a nivel nacional ha determinado el rumbo de nuestros pueblos. Así como nuestras contribuciones en los nuevos mecanismos de participación en los organismos multilaterales, como la ONU y la OEA.

Las mujeres indígenas concientes de la realidad de nuestros Países denunciamos la creciente militarización, invasión de actores armados en nuestros territorios, convirtiéndose en las mas graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos de la historia, tomando como botín de guerra nuestros cuerpos, lacerando nuestra dignidad, masacrando nuestras nuevas generaciones, por ello hacemos un llamado enérgico a las Naciones Unidas para que retome su papel de actor para preservar la paz en la humanidad.

Nuestra presencia muchas veces no ha sido bien recibida, pero esta presencia ha sido de suma importancia a pesar de ser una participación en desventaja en el número de participantes, por ello las mujeres indígenas de Abya Yala reunidas en la ciudad de Lima, Perú los días 14 al 16 de abril de 2008, hacemos la siguiente declaración:

Convertirnos en una plataforma de coordinación para la participación política de las mujeres indígenas en los procesos internacionales trascendentales, para que produzcan efectos en cada uno de los países promoviendo la igualdad y la equidad étnica y de género y que nuestros aportes sigan contribuyendo a darle fuerza y solidez a los planteamientos de los Pueblos Indígenas.


Solicitarle a las instituciones financieras y de cooperación, que la planificación de sus estrategias de cooperación que se hagan para nuestras comunidades se consulte con las mujeres indígenas y en concordancia con sus agendas construidas, para que los proyectos que se impulsen tengan realmente un impacto, a partir de la realidad que vivimos en nuestras comunidades.


Llamamos a las organizaciones de mujeres indígenas, para que le den una importancia estratégica a la formación política y técnica de sus miembras, así como a las instituciones de cooperación, que apoyen estas iniciativas y esfuerzos para fortalecer nuestra participación en los foros internacionales y discusiones nacionales de tal forma que tengamos los mecanismos adecuados para la incidencia local.


Hacemos un llamado urgente y reiterado a los gobiernos de Abya Yala que no han ratificado el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes, que lo hagan para hacer coherente la legislación internacional con la realidad nacional, y aquellos países que ya lo hicieron, que lo pongan en práctica.


Instamos a los gobiernos de Abya Yala a apoyar programas y políticas para el fortalecimiento de nuestros idiomas como base fundamental de nuestras culturas, nuestra identidad y una forma de transmitir nuestra sabiduría a las generaciones futuras.


Exigimos a los países desarrollados que terminen con sus prácticas de contaminación del medio ambiente, y que apoyen a los Pueblos Indígenas, principalmente a las organizaciones de mujeres indígenas para cuidar a la Pacha Mama y así garantizar la sobrevivencia de la raza humana, implementando programas que nos ayuden a resolver los problemas provocados por las políticas neoliberales y de globalización.


Nos comprometemos a seguir con este esfuerzo de reunir a las mujeres indígenas de Abya Yala y organizar el segundo Foro Internacional de Mujeres Indígenas en 2 años.


14-04-2008

Ojo de loca no se equivoca: Un huevo no es pollo


Nuevamente, por su palabra clara, precisa y contundente, republico una nota de Pedro Lemebel...


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Alguna vez le pregunté a mi madre si se había hecho algún aborto. Me dijo que sí con aburrida indiferencia y después hablamos de otra cosa, mientras ella apagaba la tele donde el cura Hasbún vomitaba sentencias y amenazas con cola de lagarto.
Por Pedro Lemebel La Nación Domingo 13 de abril de 2008

Algo hay que decir, al menos desatar la ira frente a la impudicia de cinco momias del Tribunal Constitucional que se arrogan el derecho de apoderarse del cuerpo de la mujer para decidir sobre sus proyectos fecundatorios.

Pareciera que después de tanto andar en el difícil trayecto de la liberación, ciertos proyectos de identidad que creíamos ganados son remitidos a la mazmorra feudal del catolicismo inquisidor. ¿Pero quiénes hablan de la vida y la familia con la boca llena de espermios vinagres? La misma derecha miliquera cómplice del crimen a mansalva.

¿Quién habla de la vida y pone los ojos blancos mirando al Altísimo? El mismo prelado al que se le espumea la boca negando el condón, que es el único salvoconducto en la frontera del sida. ¿Acaso, señor eclesiástico, su celibato pedófilo es más recomendable? Tal complicidad retrógrada entre los magistrados y la curia violenta el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo. Si no eres dueña de tu cuerpo, mujer, ¿de qué mierda eres dueña? Mujer pobre, mujer proleta, mujer obrera, cansada de trabajar, lavar, educar, amamantar a la prole que, según estos beatos, te manda Dios. Como si Dios te diera un bono de mantención para la crianza. Como si los críos vinieran con una beca divina. Mira tú, si los ricos Opus pueden darse el lujo de parir a destajo porque les sobran las lucas.

En el fondo, como dice una amiga, este pastel podrido es segregación clasista. Que tengan guaguas como conejas las cuicas UDI, que tienen servidumbre para que les críen a los nenes blanquitos. Porque también, si ellas no quieren, pueden hacerse el aborto de un millón, en el fundo o con el médico de la familia, y después llegar regias al cóctel en La Dehesa.

Pero esa realidad glamorosa no es la suya, señora pobla. Con cueva ha logrado tener tres niños, y aun así, usted y su marido se sacan la chucha para educarlos. Y esa monserga de la vida, del huevito, del feto de días que piensa, canta ópera y recita la Biblia, el feto filósofo que es más que un ser humano.

Quién sabe, quién tiene la seguridad del momento cuando empieza el mambo de la vida. Pura culpa y más culpa que le meten en la cabeza. Como dice mi amiga feminista Raquel Olea, ¿cuando usted se come un huevo, qué se come: un huevo o un pollo. Dirán que esto es facilismo. ¡Manual feminista!, gritará alguna cuica Opus. ¿Y qué? Todas las mujeres populares saben del aborto, del palo de perejil, del alambre y de los riesgos que corren con las aborteras clandestinas.

Además, todas conocen los malos tratos y crueldades a que las someten en las postas públicas cuando llegan con hemorragia. La culpa cultural es la construcción madre, virgen y mártir que ha hecho esta sociedad occidental de la mujer. ¿Qué sabe el hombre de un cuerpo agredido en su género desde que nace? Nació chancleta, decía antes la gente, y las perritas se ahogaban en el río.

Lo mismo pueden decir de mí; qué sé yo de esto, de un territorio corporal tan vasto y mortificado por un designio religioso y parturiento. Y quizá tendrían razón, pero me complicito con la libertad del cuerpo mujer y sus decisiones de supervivencia, de tener o no hijos, de tomar la píldora del día después, después de tener un rico sexo espumeante. ¿Por qué estos rígidos señores condenan a la clase trabajadora a tener sexo sólo procreativo? ¿Y si el polvo era sólo por calentura casual? Si la cachita era sólo para pasar la neura, sólo por deseo. Ustedes, señoronas de misa dominical, ¿conocen la palabra deseo? ¿O sólo se abren de piernas para tener hijos? Pero ese es problema de ustedes, y no tienen que imponer esa moralina al país entero.

Tampoco se crean las damas zorrijuntas que llegar al aborto es una gimnasia recreativa. Si fallaron las pastillas, si no resultó el tarro, si el condón se rompió, la colegiala, la pobladora, tiene que vender lo que no tiene para arriesgarse con un raspaje con gillete mohosa.

Alguna vez le pregunté a mi madre si se había hecho algún aborto. Me dijo que sí con aburrida indiferencia y después hablamos de otra cosa, mientras ella apagaba la tele donde el cura Hasbún vomitaba sentencias y amenazas con cola de lagarto.
Fotografía: La Nación